Flan Mexicano

Introducción:

Prepárate para deleitarte con el postre cremoso y elegante por excelencia: el Flan Mexicano. Este clásico de la repostería latinoamericana es un testimonio de la dulzura y la tradición. Consiste en una suave natilla horneada, coronada con una brillante capa de caramelo líquido. Cada cucharada te transportará a una experiencia culinaria llena de sabor y nostalgia.

La magia del flan reside en su textura sedosa, que se derrite en la boca, y en el contraste perfecto entre la dulzura de la natilla y el ligero amargor del caramelo. Es un postre que evoca celebraciones y reuniones familiares. Se prepara con ingredientes sencillos, pero su resultado es sofisticado y delicioso.

Ideal para cualquier ocasión, desde una cena especial hasta una reunión informal, el Flan Mexicano es un postre que siempre impresiona. Su preparación puede parecer intimidante, pero con los pasos correctos, es sorprendentemente accesible para todos. Este postre es un verdadero deleite para el paladar y un clásico que nunca pasa de moda.


Por qué te encantará esta receta:

Te encantará esta receta por su irresistible combinación de texturas. La natilla es increíblemente suave y aterciopelada, mientras que el caramelo líquido aporta una ligera mordida y una dulzura profunda. Es una experiencia sensorial completa que te dejará deseando más.

Además de su delicioso sabor y textura, el flan es un postre que puedes preparar con antelación. Esto lo convierte en una opción perfecta para el entretenimiento. Puedes prepararlo un día antes y dejar que se enfríe completamente en el refrigerador, lo que libera tiempo el día de tu evento.

La presentación del Flan Mexicano es otro gran atractivo. Una vez desmoldado, el caramelo se escurre sobre los lados, creando un brillo dorado y un contraste visual que lo hace parecer una obra de arte. Es un postre que no solo sabe increíble, sino que también impresiona visualmente a tus invitados.


INGREDIENTES QUE NECESITARÁS:

Para el caramelo, necesitarás azúcar granulada y un poco de agua. Estos dos ingredientes, calentados con cuidado, se transformarán en un caramelo dorado y brillante que cubrirá el molde y luego la natilla. Este caramelo es la base de la presentación y el sabor del flan.

Para la natilla, la leche condensada azucarada es un ingrediente clave que aporta dulzura y cremosidad. La leche evaporada complementa la leche condensada, añadiendo más líquido sin diluir la riqueza. Juntas, estas leches forman la base láctea de la natilla.

Los huevos enteros y las yemas de huevo adicionales son esenciales para la estructura y la riqueza del flan. Aportan la coagulación necesaria para que la natilla se asiente y una textura sedosa. Finalmente, el extracto de vainilla realzará el aroma y el sabor de la natilla con su toque clásico y reconfortante.


CÓMO HACER “Flan Mexicano”:

Primero, el paso más delicado pero crucial: preparar el caramelo. En una cacerola, combina el azúcar granulada con un poco de agua y caliéntalos a fuego medio-bajo. Es importante no revolver demasiado y dejar que el azúcar se disuelva y luego se caramelice lentamente hasta alcanzar un color dorado. Una vez listo, vierte rápidamente este caramelo en el molde donde harás el flan, cubriendo el fondo de manera uniforme.

Mientras el caramelo se enfría y endurece en el molde, prepara la mezcla de la natilla. En una licuadora, combina la leche condensada azucarada, la leche evaporada, los huevos enteros, las yemas de huevo adicionales y el extracto de vainilla. Licúa hasta que la mezcla esté completamente suave y homogénea, sin grumos. La consistencia debe ser fluida para que el flan quede sedoso.

Una vez que la mezcla de natilla esté lista, viértela con cuidado sobre el caramelo endurecido en el molde. Luego, hornea el flan a baño María. Esto es fundamental para que el flan se cocine de manera uniforme y obtenga esa textura cremosa característica. Finalmente, refrigera el flan completamente antes de desmoldarlo, lo que permitirá que se asiente y el caramelo líquido se forme en la parte superior.


INSTRUCCIONES PASO A PASO:

  1. Prepara el caramelo: En una cacerola mediana de fondo grueso, combina 1 taza (200g) de azúcar granulada con 1/4 taza (60ml) de agua. Calienta a fuego medio-bajo sin revolver, solo moviendo la cacerola suavemente, hasta que el azúcar se disuelva y comience a burbujear. Continúa cocinando hasta que el caramelo adquiera un color ámbar dorado oscuro. No lo dejes quemarse.

  2. Cubre el molde con caramelo: Retira el caramelo del fuego inmediatamente. Con guantes de cocina y mucho cuidado, vierte rápidamente el caramelo caliente en un molde para flan (o molde para horno de 20-23 cm / 8-9 pulgadas de diámetro). Inclina el molde en todas direcciones para cubrir uniformemente el fondo. Deja enfriar a temperatura ambiente hasta que el caramelo se endurezca.

  3. Precalienta el horno y el baño María: Precalienta tu horno a 175°C (350°F). Coloca una bandeja para hornear grande y profunda (lo suficientemente grande para que quepa tu molde de flan) en el horno. Hierve agua en una tetera o cacerola, ya que la usarás para el baño María.

  4. Prepara la mezcla de la natilla: En una licuadora, combina 1 lata (397g) de leche condensada azucarada, 1 lata (354ml) de leche evaporada, 4 huevos enteros grandes, 2 yemas de huevo adicionales y 2 cucharaditas de extracto de vainilla. Licúa a velocidad media hasta que la mezcla esté completamente suave y homogénea, aproximadamente 1-2 minutos.

  5. Vierte la natilla y hornea a baño María: Vierte con cuidado la mezcla de natilla sobre el caramelo endurecido en el molde preparado. Coloca el molde de flan dentro de la bandeja para hornear que está en el horno. Vierte el agua hirviendo en la bandeja grande hasta que llegue a la mitad de la altura del molde de flan.

  6. Hornea el flan: Hornea el flan en el baño María durante 50-60 minutos, o hasta que los bordes estén firmes y el centro aún se mueva ligeramente cuando agitas el molde con suavidad. Un palillo insertado a mitad de camino debe salir casi limpio.

  7. Enfría y refrigera: Saca el molde de flan del baño María con cuidado y deja enfriar a temperatura ambiente sobre una rejilla. Una vez frío, cubre el molde con papel film y refrigera por al menos 4 horas, o idealmente toda la noche, hasta que esté completamente frío y firme.

  8. Desmolda y sirve: Para desmoldar, pasa con cuidado un cuchillo fino por los bordes del flan para despegarlo del molde. Coloca un plato de servir boca abajo sobre el molde. Con un movimiento rápido y seguro, invierte el flan sobre el plato. El caramelo líquido se escurrirá sobre el flan. Sirve frío y disfruta de esta delicia.


CONSEJOS ÚTILES:

Para el caramelo, es crucial no remover con una cuchara mientras se calienta. Solo inclina suavemente la cacerola para distribuir el calor y asegurar una caramelización uniforme. El caramelo se quemará muy rápidamente si no se le presta atención.

Asegúrate de que el baño María tenga suficiente agua. El agua debe llegar al menos a la mitad de la altura del molde del flan para que el calor se distribuya de manera uniforme y el flan se cocine suavemente, evitando que se cuaje demasiado rápido o se formen burbujas.

Refrigera el flan por al menos 4 horas, o preferiblemente toda la noche. Este tiempo de enfriamiento es esencial para que la natilla se asiente completamente y para que el caramelo se vuelva líquido y se escurra suavemente al desmoldar, creando esa capa brillante y deliciosa.


DETALLES:

Tiempo de preparación: 20 minutos Tiempo de cocción: 50-60 minutos Tiempo de enfriamiento/refrigeración: Mínimo 4 horas (idealmente toda la noche) Tiempo total: Aproximadamente 5 horas 20 minutos (con 4 horas de refrigeración) Rendimiento: 8-10 porciones Categoría: Postre Método: Horneado a baño María Cocina: Mexicana, Latinoamericana Dieta: Vegetariana (Contiene lácteos y huevos)


NOTAS:

Para un toque extra de sabor y aroma, puedes añadir una rama de canela o un poco de ralladura de naranja a la mezcla de la natilla antes de licuar. Retírala antes de verter la mezcla en el molde. Esto aportará un matiz diferente a la vainilla.

Si no tienes un molde específico para flan, puedes usar un molde para horno redondo o cuadrado, asegurándote de que sea lo suficientemente profundo. Los moldes de vidrio o cerámica también funcionan bien.

Si el caramelo se endurece demasiado rápido mientras lo viertes en el molde, puedes calentarlo suavemente de nuevo en la cacerola a fuego muy bajo por unos segundos para que se vuelva líquido y puedas manipularlo mejor. Ten cuidado, ya que el caramelo caliente es extremadamente peligroso.


PREGUNTAS FRECUENTES:

¿Por qué se hornea el flan a baño María? El baño María (o baño de agua) es crucial porque proporciona un calor suave y uniforme al flan. Esto evita que la natilla se cocine demasiado rápido por fuera mientras el centro permanece crudo, y también previene la formación de grietas o una textura granulada.

¿Cómo sé si el flan está listo? El flan está listo cuando los bordes están firmes y el centro todavía tiene un ligero temblor cuando agitas el molde suavemente. No lo cocines en exceso, ya que podría resultar con una textura gomosa. Un palillo insertado a medio camino debería salir casi limpio.

¿Puedo hacer flan sin licuadora? Sí, puedes. Simplemente bate muy bien todos los ingredientes de la natilla con un batidor de varillas hasta que estén completamente combinados y suaves. Luego, puedes colar la mezcla a través de un colador de malla fina para asegurarte de que no queden grumos.


INSTRUCCIONES DE ALMACENAMIENTO:

El Flan Mexicano se conserva muy bien en el refrigerador. Una vez desmoldado, cúbrelo suavemente con papel film o papel de aluminio para evitar que se seque o absorba olores de otros alimentos. Se mantendrá delicioso por hasta 4-5 días.

Si lo guardas en el molde antes de desmoldar, asegúrate de que esté completamente frío antes de cubrirlo y refrigerarlo. La humedad atrapada podría afectar la textura.

No se recomienda congelar el flan. La textura cremosa de la natilla puede volverse granulada o separarse al descongelarse, y el caramelo podría cristalizarse. Es mejor disfrutarlo fresco del refrigerador.


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Prueba unas Torrijas de leche y canela. Es un postre español tradicional, pan empapado en leche y huevo, frito y espolvoreado con azúcar y canela. Son reconfortantes y deliciosas.

También podrías disfrutar de un Arroz con leche cremoso. Un postre clásico, arroz cocido lentamente en leche con azúcar y especias como canela y vainilla. Es un postre suave y reconfortante.

Finalmente, considera hacer unos Churros con chocolate caliente. Los churros son crujientes por fuera y suaves por dentro, perfectos para mojar en una taza de chocolate espeso y caliente. Una combinación irresistible.


CONCLUSIÓN

Esperamos que disfrutes de la experiencia de preparar y saborear este delicioso Flan Mexicano. Es un postre que trasciende culturas y generaciones, ofreciendo una combinación perfecta de dulzura, cremosidad y elegancia. La paciencia en la cocción del caramelo y el horneado a baño María son la clave para su éxito.

Esta receta es un recordatorio de que los postres clásicos tienen un encanto perdurable por una razón: su sabor y su capacidad para crear momentos especiales. No dudes en compartir esta delicia con tus seres queridos en tu próxima reunión.

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